Como hemos visto si queremos un Bull Terrier a la altura de nuestras expectativas como dueños y de las suyas como perro, (para llevar una vida canina feliz sentirse cuidado, protegido y con guía también es imprescindible), es muy importante la educación. Si atendemos a las características de nuestro perro, vemos un perro cariñoso, leal, muy apegado a nosotros pero también cabezota, insistente en sus objetivos y con una constante necesidad de atenciones. Es por ello que además de todo el cariño que debemos darle vamos a jugar a su juego y debemos mostrarnos el triple de persistentes que él.
Una costumbre muy común en los Bulls es la de morder todo lo que se encuentran ya sean nuestras manos, los muebles o los objetos que pillen por la casa. Hay que tener en cuenta que todos los cachorros muerden mucho porque están saliéndoles los dientes.
Es importante no permitir ninguna conducta de dominancia, en el futuro lo agradeceremos, además de que es muy positivo aplicar todas las pautas generales de socializarles, enseñarles órdenes como las básicas de “sentado”, “quieto” y demás porque serán un gran apoyo para todas las futuras normas que le impongamos.
Y un momento crucial para conocer su respeto y su falta de dominancia es cuando come, si mientras come le acostumbramos a que nosotros podemos entrar en cualquier momento en escena y apartarles o mandarles sentarse y él no se enfada entonces es una buena señal.
Una parte fundamental en nuestra relación con nuestro perro es el momento del paseo. Cuando un perro tiene esta fuerza que caracteriza a la raza es normal que tienda a tirar de nosotros. Si nosotros permitimos que él tire y pasee a su libre albedrío es muy difícil que consigamos una unión dueño-perro adecuada.
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